Ruth Baza, novelista, periodista, corresponsal y fotógrafa, especializada en música, cine, arte y arquitectura, reconocida por sus entrevistas a medida, artículos de compromiso social y humano y gran rigor periodístico, y sus retratos en blanco y negro de personalidades de todo el mundo, saca a la luz de forma sorprendente, en este libro entre biográfico y geográfico del gran productor Elías Quejeta, quien le permitió personalmente adentrarse en su mundo, quizá el más íntimo y humano que se ha escrito del productor hasta la fecha, su pasado, sus manías, sus pasiones, filias y fobias, y sus días tranquilos de recuerdos y nuevas tramas cinematográficas. La autora escribe este libro inusual vertebrando una entrevista detrás de otra, o más bien, contando al lector sin fisuras, sus encuentros y charlas íntimas y sinceras con un buen número de directores, guionistas y colaboradores de Querejeta desde sus comienzos en los años 60, entre los que se encuentran José Luis Acosta, Montxo Armendáriz, Jaime Chávarri, Víctor Erice, Fernando León de Aranoa, Emilio Martínez Lázaro, Nacho Pérez de la Paz, Gracia Querejeta, Jesús Ruiz, Carlos Saura y Carlos Saura Jr. Un libro puzzle y coral, con muchas voces, en el que no sólo las conversaciones con Querejeta y las disecciones precisas de toda su obra, lo convierten en un libro de referencia para cualquier amante del buen cine y de la Nouvelle Vague española, si no que cada entrevista es un homenaje del entrevistado a su "padre Querejeta". Cada capítulo contiene una Polaroid firmada por los protagonistas de los mismos , escenas de películas y rodajes, y muchas anécdotas nunca antes reveladas. Un libro, en definitiva, que rezuma historia de nuestro cine. Cine hecho por intelectuales rebeldes, artistas y creadores valientes en tiempos de censura, revoluciones sexuales y manifestaciones anti belicistas, durante y después de la Transición, arte, ensayo y sobre todo humanidad. Una breve pero intensa enciclopedia sobre la vanguardia española que derribó mitos y muros y se introdujo en la conciencia colectiva en forma de películas que a nadie dejaron ni dejan en el presente, indiferente, pues si algo tienen las producciones de Elías Querejeta es su carácter universal, contemporáneo e inmortal.