El camino hacia la progresiva cientificidad de la acción educativa parece irreversible: ningún educador renuncia a lograr sus propósitos con unos ciertos márgenes de garantía. Pero, ¿de qué tipo de ciencia se trata? Sería fácil responder que la Pedagogía forma parte del conjunto de las Ciencias Sociales, de las Ciencias Humanas. La naturaleza eminentemente práctica del fenómeno educativo demanda centrar el principal objeto de estudio en la acción educativa. Por consiguiente, la cientificidad de la Pedagogía parece vinculada a la efectividad de tal acción educativa. Efectividad en la acción, apoyada en hallazgos científicos es lo que hoy se conoce como Tecnología. Según este esquema, fácilmente se explica el título propuesto por el profesor Castillejo. La Pedagogía se muestra en su dimensión tecnológica, porque se persigue la efectividad de la acción educativa, mediante la aplicación de las técnicas y conocimientos que el conjunto de los ámbitos científicos vinculados con la educación han elaborado hasta el momento. Educación y tecnología no son términos auténticos, porque «tecnológicamente» también hay que lograr la actitud crítica del hombre frente a productos indeseados de la tecnología. ¿Juego de palabras? La educación es una tarea demasiado seria para malabarismos lingüísticos. El profesor Castillejo presenta sus reflexiones y conocimientos con suma responsabilidad, de modo que el posible debate se pospone hasta leer la última página de la obra.